Alquilar en Alemania: el casting

Hacía tiempo que quería hablar sobre otro de los aspectos de alquilar un piso en Berlín (este es uno de los temas que me cuesta diferenciar qué es de la cultura alemana y qué sólo de Berlín). Después de hablar sobre el kaltmiete y el warmmiete, quería hablar de uno de los mayores traumas del alquiler: el casting.

Es pasada media noche y estás cansado, pero te vas contento a la cama porque ya tienes una selección de pisos que quieres visitar. Has estado viendo decenas de apartamentos en algunas de las webs más famosas de búsqueda de pisos (como Immobilienscout24 o Immowelt), has descartado algunas zonas, has aplicado los filtros de lo que buscas y tienes la lista final. Has contactado a las inmobiliarias para concertar una visita. La primera fase ya está, solo queda visitar los pisos y ver si alguno convence.

Tienes el día, la hora y la dirección para la visita. Te duchas y te aseas para dar una buena impresión (y peínate un poco, no hagas como yo) y te diriges contento hacia el lugar. Si llegas justo de tiempo, a medida que te vas acercando a la dirección comienzas a ver un tumulto de gente en el lugar indicado. Si llegas pronto, verás que comienza a llegar cada vez más gente a medida que se acerca la hora. ¿Ha pasado algo y no me he enterado? ¿Regalan algo? A veces, serán 5-6 personas, otras veces 15 ó 20. Bienvenido! Has llegado al casting! Toda esa gente es con la que vas a ver (y competir por) el piso a la vez.

La inmobiliaria, para evitarse problemas y visitas suelen convocar a todos los interesados el mismo día y a la misma hora. Haciendo cola para ver el baño, estirando la cabeza para ver cómo de grande es la terraza, dando paso en la puerta que va del dormitorio al comedor. Obviamente, solo hay una persona de la inmobiliaria a repartir su tiempo y conocimiento con toda esa marabunta sedienta de alquilar un piso.

– ¿Estará la nevera incluida en el alquiler? 
– Espera que le preguntamos. Bueno, cuando acabe con esta gente.
– … 
– Buff, está tardando. Bueno, sabes, es igual, ya nos lo encontraremos si alquilamos el piso.

Os gusta el piso. Es lo que buscabais y os habéis visto viviendo ahí. La tele os cabe y la zona es lo que queréis. Pues mejor que llevéis todos los papeles necesarios y los entreguéis el mismo día de la visita a la salida o ya podéis iros despidiendo del piso tal como salgáis por la puerta. Porque la gente va preparada a las visitas. Con información que ni el CNI español y el BND alemán juntos puedan tener sobre ti.

¿Y qué papeles se necesitan? Bueno, eso depende mucho del casero. Pero los mínimos que se suelen pedir son el Schufa (ya hablaré en otro momento de este maravilloso documento), las últimas nóminas y tu contrato. La competencia es tan feroz que la mayoría de la gente suele añadir curriculums, fotos de familia, cartas (extensas) de presentación donde hablan de su vida y de lo maravillosos que son y a qué se dedican,… Auténticas biblias de su vida, obviamente en alemán. Todo con el único objetivo de impresionar al propietario de piso. Cualquier arma es poca para superar este casting.

¿Y ahora? Ahora toca esperar. Esperar a que el propietario decida comunicarte si has superado el corte y eres el afortunado en ganar un piso de alquiler a pagar mensualmente.

Es probable que nunca vuelvas a oír más de ellos. Sí, alguno ni se digna en contestarte para decirte que no. Es probable que te digan que no. Es más, no sería extraño que el dueño decida rechazar a todos los candidatos, ya que ninguno es digno de ocupar su preciado espacio. Muchos prefieren tener el piso vacío, y seguir buscando, que arriesgarse a tener a alguien con cierto riesgo a no pagar.

O, finalmente, puedes ser el afortunado de conseguir ese alquiler del piso. ¡Felicidades! ¡El estrés, el sufrimiento, la desesperación a la que se puede llegar ha dado su fruto! Tienes piso para el resto de tu vida y las próximas tres vidas. Porque tienes que estar mal, necesitar cambiar o mala memoria para querer pasar otra vez por el mismo proceso.

Un comentario en “Alquilar en Alemania: el casting

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