«Pero vosotros ya estáis acostumbrados al frío, ¿no?»

Resultado de imagen de no meme the office gif

Pues eso. Pregunta contestada! nada más que añadir. Se acabó el post más corto de la historia. Gracias.

Vale, daré también una versión más larga para los que tengan tiempo muerto.

Ya hace bastantes semanas que entramos en esa época que cada vez que hablo con alguien de la familia hay un momento de la conversación que se repite de vez en cuando:

– ¿Qué tal todo por allí? ¿Hace mucho frío?
– Pues sí, hoy estamos a X ºC y hace ya semanas que no vemos el Sol.
– Bueno, pero vosotros ya estáis acostumbrados al frío. Después de haber vivido en Holanda, Londres y ahora Berlín…

No, no estamos acostumbrados al frío. Seguimos sintiendo frío como cualquier otra persona y seguimos prefiriendo lugares cálidos y soleados. No nos hemos vuelto inmunes.

Estamos más mentalizados y, eso sí, más preparados. También es cierto que no es lo mismo entrar poco a poco en el invierno que llegar de pronto, como cuando nos mudamos por primera vez a Haarlem (ver foto abajo). Pero nadie está acostumbrado. No, ni siquiera los nativos.

Enero 2011. Amsterdam. Primer viaje a Haarlem a buscar piso.

Sí, nuestros hábitos cambian, siendo más caseros y de interior. En verano pasamos más tiempo en parques, en terrazas, comiendo un helado por la calle, cenando al lado del río, ir a pasar un domingo a un lago o pasar un fin de semana visitando una ciudad u otro lugar de Alemania. Mientras tanto, en invierno dedicamos nuestro tiempo a tomar un capuccino en cafeterías (un hobby que nos encanta), visitar museos o quedarnos en casa con nuestros hobbies o viendo una película.

Sí, también nos aclimatamos más. Nuestra ropa aquí no es la misma que llevamos en Barcelona. Mi vestuario diario se compone de unas buenas botas bien forradas, unos calcetines de los que se usan para ir a esquiar, unos guantes, una braga, una gorra y varias capas en el cuerpo. En el banquillo y preparados para salir cuando se les necesite, según el frío, una camiseta o pantalones térmicos. Yo no suelo llevar camiseta térmica, con una camiseta de manga corta, un suéter y la chaqueta tengo suficiente. Pantalones térmicos sólo me los llego a poner unos pocos días que las temperaturas puede llegar a caer hasta -15ºC (o menos). El truco está en cubrir bien los extremos del cuerpo y para el resto varias capas que te permita quitártelas y ponértelas en función de donde estés. Aquí hay un dicho entre los alemanes que es algo así como «No hay invierno frío, sino la ropa no adecuada«.

Los lugares también están aclimatados. Bastante… demasiado. No ahorran en calefacción y los pisos suelen tener calefacción central. Por ejemplo, yo en invierno no uso pijama de invierno y muchas noches sudamos la gota gorda. En serio.

Como he dicho antes, también te mentalizas. Sabes lo que hay y sabes lo que está por llegar. Vas entrando poco a poco, por lo que no te llevas ningún bofetón de realidad. Lo cual también ayuda a ir aclimatándose uno poco a poco.

Pero no, no estamos acostumbrados. Nadie está acostumbrado. A nadie le gusta perder 5 minutos de su vida en encebollarte antes de salir a la calle. Ni a notar el frío viento en la cara mientras se te cae el moquillo que no sabes cómo quitarte porque con los guantes tienes dos opciones: la torpeza o la congelación de la mano.

Hace unas semanas hablé justamente de este tema con cuatro compañeros de trabajo originarios de lugares fríos. Uno de Malmö y otro de Cracovia, ciudades donde hacen temperaturas muy similares a Berlín o, incluso, más frías, una chica del norte de Suecia donde, como habrás imaginado, las temperaturas son bastante mucho más bajas que en Berlín y otro chico del norte de USA. Todos coincidieron en lo mismo. No están acostumbrados al frío y también les gustan los lugares cálidos.

El frío es el frío y a todo el mundo le gusta un poco de sol y calorcito.

Un comentario en “«Pero vosotros ya estáis acostumbrados al frío, ¿no?»

  1. Pingback: Potsdam – Persiguiendo un cheesecake

Deja un comentario