Ya son tres los países fríos en los que hemos vivido hasta el momento: Holanda (Haarlem), UK (Londres) y ahora Alemania (Berlín) y son multitud de ocasiones en las que me han dicho estas mismas palabras. Nunca viviría en un lugar tan frío. Ya sea con amistades, conocidos y completos desconocidos, a los que les termino explicando en los países que he vivido, termina saliendo en algún momento esta frase.
Creedme que el frío no es el mayor de los problemas al vivir en estos países. Incluso aquí en Berlín, que es el más frío de los lugares en los que hemos vivido, el frío sigue sin ser el mayor de los problemas. Hablando con otras personas que han vivido en estos mismos países u otros de climas similares (por ejemplo, ahora recuerdo una persona que estuvo viviendo cuatro años en París) me he ido encontrado que todos coincidimos.
Hace unos cuantos meses, cuando todavía no llevábamos mucho tiempo viviendo en Berlín, íbamos Nadia y yo en el tranvía hablando, cuando me di cuenta que la señora sentada al lado mío nos miraba con cierta curiosidad. Hasta que su curiosidad no pudo más y nos preguntó (en alemán, por su puesto): «¿De dónde sois?«. A esa pregunta siguió una simple (debido a mi precario dominio del alemán) conversación en la cual, entre otras cosas dijo: «Para nosotros el peor mes es Noviembre».
¿Porqué el peor mes sería Noviembre si los más fríos son Enero y Febrero? Pues justamente por lo que decía al principio de este post, el mayor problema de estos países no es el frío. No hablo de países como Rusia o las zonas más nórdicas de Suecia, Finlandia o Noruega. Al frío te preparas. Tu fondo de armario cambia, tus horarios se adaptan y tus rutinas no son las mismas.
Aquí en Alemania dicen: «No existen días fríos, sino ropa incorrecta». Te compras una buenas botas, unos calcetines térmicos, 1 ó 2 capas de cintura hacia abajo (según gustos), 2 ó 3 capas por arriba, guantes, braga o bufanda y gorro. Y pocos días pasarás frío por la calle. Sí, estoy de acuerdo, es un incordio y es muy incómodo la preparación para salir de casa.
Pero en Noviembre los días comienza a acortarse a un ritmo más elevado del deseado. Hasta que un buen día te das cuenta que a las 16.00 es completamente de noche. Y se forma una «preciosa» capa de nubes grises (en Holanda lo llamábamos cielo gris rata) que apenas dejan pasar los rayos de sol. Y amanece aproximadamente a las 8.00. Esto hace que hay pocas horas de luz, de las cuales muy pocas de ellas serás capaz de ver el sol. En definitiva, unos 4 meses casi sin interrupción si ver ni el sol, ni el azul del cielo.
Y esto queridos lectores, es lo peor del invierno de aquí. Esto es lo que hace que el invierno se haga largo y pesado. Esto es lo que hace que mucha gente decida hacer un winter break y terminar marchando a algún destino turístico de sol.
La semana pasada tuvimos las temperaturas más bajas de todo el invierno, llegando a niveles de hasta unos -15ºC y el ánimo general de toda la gente con la que hablé, incluído el mío, era siempre el mismo. A pesar de esas temperaturas todos los días tuvimos sol, cielo azul y un anochecer que empezaba sobre las 17.30. Porque después de cuatro meses de grisor y oscuridad por fin tenemos luz y sol. Y el ánimo general era que preferíamos estas temperaturas con días claros, luminosos y soleados, que temperaturas más suaves pero con días grises, cortos y oscuros.
Porque sí, a fin de cuentas, a pesar que a todos nos gustan los días de sol, luz y playa, al frío de esta parte de Europa te terminas preparando y adaptando y sigues haciendo una vida normal.
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