
Hola! Ya estoy de vuelta. Perdona el retraso, pero es que nos hemos marchado un par de semanas de vacaciones.
Aprovechando que no nos queda demasiado lejos de Haarlem y que era una de las pocas zonas de Alemania que no habíamos visitado, hemos estado haciendo una ruta por el oeste del Alemania. La parte más próxima a la frontera holandesa. Desde el Sudoeste hasta el Nordsee. Visitando lugares como Frankfurt, Heidelberg, Bostalsee, Bremen, la costa norte, Lüneburger Heide o Münster. Entre otros…
Espero que la espera no fuese muy larga. ¿Qué tal el Grotemarkt y las Goude straatjes? ¿Te has tomado un café y un pastel de Nata en A Loja?
Bueno, seguimos con el tour. Espero que hayas podido descansar.
Empezaremos por deshacer un poquito de camino y subir por la Barteljorisstraat. Aquí se encuentra el Ten Boom Museum. Es uno de los museos que tenemos pendiente de visitar. La idea era haberlo visitado hace unos 5 meses, pero justo nos pilló todo el follón del Coronavirus y el cierre de museos y se quedó ahí pendiente. Siempre pensé que se trataba de un museo de relojes pero descubrí un poco por casualidad que se trata de un lugar con mucha historia. Inicialmente, hace muchos muchos años, se trataba de una tienda de relojes (tampoco iba tan desencaminado) de la familia Ten Boom y de la vivienda de la misma. Durante el período del Holocausto nazi y la II Guerra Mundial utilizaron la vivienda para rescatar y ocultar víctimas. Algo así, imagino, como una especie de Casa de Anna Frank pero en Haarlem.
No muy lejos del Grotemarkt y a la orilla del río Spaarne, se encuentra el Teylers Museum. Es uno de los museos más antiguos del país, si no el que más, y lleva abierto en Haarlem desde el 1778. Es el típico museo popurrí, que no tienen muy claro de qué hacerlo y lo hacen de todo un poco. Arte, historia natural y ciencia, es lo que puedes encontrar allí.
Si te pones en la puerta del museo mirando hacia el río, hay dos sentidos a los que puedes ir. Derecha o izquierda. Sí, también puedes ir hacia atrás, pero entrarías al museo del que acabas de salir, no tiene mucho sentido a no ser que te haya gustado y quieras repetir. Vale, sí, también puedes ir hacia delante pero acabarías en el río y no sé si es una buena experiencia. Así que nos quedamos con derecha o izquierda.
Empecemos por la izquierda. Andando un poco hacia el norte por la orilla del río no tardaremos mucho en encontrarnos con el famoso Moleen de Adriaan. Una de las imágenes icónicas de Haarlem, junto con Grotekerk van St. Bavo. Es un típico molino holandés en perfecto estado, el cual puede visitarse y tiene una plataforma con vistas a la ciudad.
Pues si ahora vamos a mano derecha, siguiendo la orilla del río hacia el sur, después de un paseito llegaremos hasta la calle Groot Heiligland, donde se encuentra el otro famoso museo de la ciudad, el Frans Hals museum. El museo tiene el nombre en honor a uno de los famosos pintores holandeses, Frans Hals. La mayoría de obras son suyas, aunque también hay de otros pintores de la época. Tampoco soy un entendido en arte ni pintura para evaluar la calidad o interés de dicho museo. Pero si te interesa algo, sí que es uno de los puntos interesantes a visitar.
Siguiendo con nuestro paseo, llegamos al penúltimo punto, ubicado en el sur de la ciudad y no muy lejos de los límites con Heemstede, la ciudad vecina. Se trata del Frederikspark, un gran parque rectangular con mucha zona verde y donde puedes descansar de la caminata. En los días de calor y buen tiempo, es uno de los lugares donde viene la gente a disfrutar de un picnic. También es donde se suele celebrar cada año el Bevrijdingspop. Una de las curiosidades de este parque es que contiene una pequeña granja en la que se puede ver animales como cervatillos, cerdos, burros o llamas… o alpacas.
Espero que no hayas llegado a este punto muy cansado/a, hemos hecho la visita en dos jornadas. Pero dejo para el final dos actividades relajantes para recuperar energía.
La primera es ir a la zona de playa. Como ya comenté en el post anterior, las zonas de Zanvoort aan Zee y de Bloemendaal aan Zee. Ya sea paseando por el paseo, bajando a la arena o sentándote en uno de los muchos chiringuitos que hay, acercarse a la zona de mar es siempre una actividad energizante. Para alguien, como yo, criado en el mar es siempre un lugar donde ir. A pesar de llamarlos chiringuitos, realmente son locales musicales y restaurantes. Son grandes, de gran capacidad y nada que ver con lo que estamos acostumbrados en nuestras costas. Yo los comparo más con los locales de Ibiza que con los que yo solía frecuentar en la costa de Barcelona o Tarragona. Es la Ibiza holandesa 🙂 Puedes ir a tomarte un snack, comer, cenar o disfrutar de buena música.
La segunda actividad está en Haarlem, bastante cerca del centro, la Jopen Kerk. Se trata de una antigua iglesia reconvertida en cervecería. Pero no solo venden cerveza, sino que fabrican la suya propia, bastante conocida y famosa. Puedes ir a cualquier supermercado y encontrar botellas de su cerveza. Cuando tenemos visita, este es un lugar que nunca falla y siempre vamos a tomar unas cervezas acompañadas de unas bitterballen (las croquetas holandesas)
Con el concepto que tenemos nosotros de iglesia es curioso encontrarse con una iglesia-cervecería, pero aquí es bastante común. El local de música más famoso de Amsterdam es una iglesia. Nuestro dentista tiene la consulta en una iglesia y cerca nuestro tenemos 2 ó 3 iglesias reconvertidas en vivienda. La historia es que son edificios que hace mucho tiempo quedaron en desuso pero que les reconocen su valor histórico y monumental, por lo tanto, en vez de dejarlos abandonados a la mano de Dios (nunca mejor dicho :D) los rehabilitaron y les dieron usos cotidianos.
Bonus track Cheesecake

Por último os dejo con un momento cheesecake, aunque en la foto aparece la famosa Appeltaart holandesa. Es la cafetería by Lima, en el centro de Haarlem. Uno de nuestros lugares favoritos en la ciudad. Capuccino, Matcha Latte (como el de la foto), Chai Latte, Latte Macchiato, chocolate caliente… Da igual lo que tomes, está todo muy bueno. En cuestión de tartas también, la variedad suele ser bastante grande y todas deliciosas (lekker, como dirían por aquí)
Si no eres vegano te da igual, pero si lo eres es importante saber que es a una cafetería a la que puedes venir. Tienen opción de leche vegetal y sus tartas son todas (si no todas) veganas. Algo no fácil de encontrar por este país.
Como nota destacada, su nata (como la de la foto) es increíblemente deliciosa. Casera y nada dulce, ambas cosas también muy complicado de encontrar en estas tierras.
P.S.: Decía aquel sabio filósofo que «triste es pedir, pero más triste es robar», por eso no vengo a robarte, si no a pedirte. Si no hablo al vacío, si mi voz escrita no es devuelta por el eco me gustaría hacer de esto algo más bidireccional. Me gustaría saber de qué te gustaría leer, si hay algún tema o aspecto en especial del que te gustaría que escribiese.
También pedir que si te parece interesante lo que escribo (no todo, pero digo que de vez en cuando algo interesante habrá, no? 😉 ) lo compartieses. No pido más. Gracias.